Etapa 34: Alicante – Murcia

11 de Marzo de 2007

El día 11 de Marzo de 2007, sobre las nueve de la mañana, nos citamos los componentes de la Junta Directiva del club y algunos socios en las Torres de Cotillas, un pueblo a muy pocos kilómetros de la capital, enclavado en plena vega murciana y con una gente estupenda y acogedora como suele ser el carácter del murciano de a pie.

Nos citamos temprano porque el día se nos presentaba movidito. Siempre que recibimos amigos o que montamos algún lío, nos gusta eso, recibir, con todo el agrado del mundo, sabiendo que hay gente que viene de lejos y que, sobre todo, viajar hoy en día en un SEAT 600 no es ni cómodo ni sencillo, aunque sí muy divertido, entrañable para algunos y apasionante para otros.

Bueno y a lo que íbamos, desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde intentamos recoger nuestro primer testigo de la Vuelta a España con toda la celebridad posible.

A partir de las diez de la mañana comenzaron a llegar coches. SEAT 600 y más coches pero solo 600 y algunos más hasta 102 de todos los colores, tipos, categorías, transformados y sin transformar. 102 coches conducidos por hombres, mujeres y mucha gente joven de Denia, Albacete, Orihuela, Almeria, Elche, Valencia, Canena, Madrid, etc. Sabíamos que la gente cada vez se anima más con éstos clásicos, pero recibir 102 coches, fue algo , cuanto menos, sorprendente.

A las 12 Denia nos entregó el testigo como, he dicho. Con toda la celebridad que requería el momento. Estuvo presente el Alcalde de las Torres de Cotillas y el Concejal de Cultura; los periódicos más importantes y de más tirada de nuestra región “La Verdad” y “La Opinión”. La Televisión Murciana también estuvo por allí y el equipo de reporteros gráficos, que no es poca cosa, de cada uno de los clubs. Un auténtico acontecimiento.

Los presidentes de cada uno de los clubs recibieron una réplica en miniatura del testigo como recuerdo, de manos del Alcalde y de nuestro presidente.

Sobre la una del mediodía, hicimos todos los coches un pequeño recorrido por el pueblo, llamando la atención de los habitantes que nos vieron pasar, para terminar en una comida campestre a base de carnes a la brasa y en plan de domingueros ofrecida por el Ayuntamiento de dicho pueblo.

Conforme fuímos terminando, nos despedimos como hacemos siempre, deseándonos buen viaje y hasta la próxima. Cada uno cogió su “cochecito”y con ánimo unos y paciencia otros, volvimos a casa.

El día fue muy completo, luego pudimos ver al día siguiente que estábamos en los periódicos y que en la televisión, los seiscientos de toda la vida, se plantaron entre las noticias cotidianas y la verdad, es que a los que nos gustan tanto los SEAT 600 nos llena de satisfacción.

ROCIO