El testigo

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La idea de la Vuelta a España en 600, entre sus ideas iniciales planteadas a la Lista de correo, figuraba la presencia de un objeto que sirviera de Testigo y que se fuera pasando de Etapa en Etapa. En principio, como no se tenia nada prefijado surguió la idea de intentar conseguir un patrocinador de una determinada marca comercial, con una amplia relación con las carreteras de los años 60/70, años en los que los «pelotillas», eran los amos y señores de esos caminos de brea y grava. Desgraciadamente, el objeto de deseo, está catalogado de Interés Patrimonial Nacional, con lo que para emplear su imagen en cualquier proyecto cultural, deportivo…, además de contar con el permiso de la familia propietaria y gestora de la marca, también habría que elevar a instancias ministeriales, la consiguiente solicitud de permiso.

Con poco tiempo y con el inicio de la Vuelta en el horizonte, Moncho, uno de los organizadores, se comprometió a editar una camiseta con el logo de Grupo@600, que sirviera a su vez como testigo, un cartel publicitario, y un listado de las provincias que se iban a recorrer. Poco tiempo después, se llegó a la conclusión, que la camiseta como recuerdo era una gran idea pero para salir en las fotos conmemorativas no era lo más adecuado porque cabía la posibilidad de que cuando llegase a Madrid, podría parecerse más a un trapo de encerar el coche que a una camiseta.

El actual testigo surgió en un taller mecánico, llamado MANTRA, que entre otras cosas hacen preparaciones mecánicas de SEAT 600. Antes de llegar al diseño final se plantearon varias posibilidades: una reproducción a escala de un palier, una biela y una de las típicas representaciones del 600 con sus anagramas frontales o traseros. Finalmente, se opto por la biela, con su correspondiente pistón. El conjunto se soldó, para anular el movimiento entre las piezas y después se añadió a la base de la biela un espárrago roscado que permitiría acoplar el conjunto sobre una peana. El pistón y la biela, proceden de un motor de dicho taller que se dejó para la investigación en el campo de posibles mejoras, con el fin de aumentar el rendimiento de los 600 de serie. Con posterioridad y a cargo de los futuros patrocinios que pudiera haber, se cromó el conjunto y se construyo una peana de mármol.

De esta forma se dio vida al testigo que recorre la península en nuestros queridos «pelotillas».